19 febrero 2009

Psicología y Arte

Sólo quien se anima a romper el objeto puede encontrar su veta creadora en la tarea de volver a armarlo.
En este camino se roza la locura.
Sólo quien no le tenga miedo a la locura, puede volver a la superficie con un objeto nuevo cargado de belleza interior y que supere las contradicciones existentes.
Este es el camino que Freud tan bien describió en "La fantasía y el creador", sólo que él no pudo explicar cuál es la diferencia entre el neurótico y el creador.
Él bien advirtió que ambos hacen el mismo camino pero uno conmueve al espectador con su producto y el otro produce repugnancia...
Freud no logra encontrar respuesta a esta pregunta porque su teoría es esecialmente racionalista, positivista e individualista.
Si consideramos a toda conducta del ser humano un "resultado" sistémico, podemos afirmar que es la perversión del "sistema" la que sostiene la conducta "enferma" y la que se opone al acto creador.
Las imágenes verbles y musicales pueden ser recuperadas por el artista dentro del proceso creador.
Las imágenes plásticas no.
Por ejemplo el escritor puede archivar distintas imágenes verbales, o el músico distintas frases musicales hasta que decide con cuál quedarse en una determinada composición.
El plástico va trabajando sobre la imágen transformándola, pero si quiere volver a una anterior después de haberla modificado, eso es imposible.
Por eso el artista plástico en su trabajo debe enfrentarse permanentemente con ansiedades a la pérdida.

*
*
*

Rebeca Cohen

No hay comentarios:

Publicar un comentario